A diario todos enfrentamos retos, atravesamos momentos que nos pueden parecer difíciles y navegamos por las aguas de la incertidumbre.

Las rutinas y los procesos que experimentamos a diario muchas veces nos hacen ensimismarnos y nos olvidamos de voltear por un momento a ver cómo está el otro o aquellas personas que nos rodean. ¿Te ha pasado esto?

¿Cómo mantener un balance? 

¿Cómo podemos cuidarnos a nosotros mismos y también estar pendientes de los demás?

La empatía además de ser un valor importante es una herramienta para la vida, para tu evolución y cambio. Siendo empáticos reflejamos que vemos al otro como un igual, no es solamente ponernos en el lugar del otro sino entender la vida emocional de la persona y toda su complejidad…

Recordemos que, aunque por fuera y a simple vista todos somos más o menos iguales: tenemos brazos, piernas, un rostro, etc. Dentro, nuestros mundos interiores son tan diversos, ricos y únicos por lo que cada vivencia que tenemos la interpretamos de una forma única y prácticamente irrepetible.

Ser empático implica tener la capacidad para diferenciar los estados afectivos de los demás de los tuyos y desarrollar la habilidad de observar sin juzgar todo aquello que la otra persona logra expresarnos a través de su lenguaje verbal y corporal. 

Ser empático es algo que todos podemos aprender y marcará una diferencia en la vida de cualquiera que lo practique. Recuerda debes estar bien tú, para poder ser soporte y contención para los demás ¿Te animas a intentarlo?

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